Si anteriormente mencionamos al continente
africano como un espacio generador de futboloides, creo que deberíamos señalar
que otro punto geográfico de futboloidismo puro se encuentra en las islas
británicas, es que pese a lo estructurados y serios que suelen ser los
británicos, hay numerosos personajes interesantes que han surgido de ese lugar
o que han desarrollado su carrera y sus excentricidades en el Reino Unido, en ese
particular contexto de gente fría, respetuosa, puntual, que toman el té a las
5, salen a la calle con un paraguas, alguna vez viajaron en ómnibus rojos de dos pisos, tienen una reina de 100
años más o menos, toman cantidades considerables de alcohol, e incluso en algín rincón de su geografía hay hombres que usan pollera y tocan instrumentos
sin forma llamados gaitas(?).
Sin embargo, existen pocos lugares más
pasionales a la hora de vivir el fútbol que la Gran Bretaña, toda la rectitud y
la tradicional frialdad de los británicos desaparece cuando hay una pelota de fútbol de
por medio, es solo observar los pasionales y religiosos clásicos escoceses
entre Celtic y el semidesaparecido Rangers, los partidos de Premier League
inglesa con toda la mística que reside en sus estadios y además de eso, el surgimiento de nuevas especies llamativas al ojo futboloidista(?), es que la
cuna del futbol mundial no podía ser ajena al futboloidismo, así que ya es hora
de empezar a conquistar las islas (a la mierda el “God save the Queen”).