Basta
de celebraciones, es hora del volver al laburo, pasó el fin de semana, pasó la
inmensa alegría por los comentarios de un nuevo anónimo que no conozco, pasó el
campeonato de Mario Kart que jugamos con mis amigos y nunca terminamos, pasó la
primer fecha de la liga Premier con un devastador 3 a 0 que le embocaron al
Liverpool (Shankly debe estar puteando desde el cielo), Racing
venció en el clásico de Avellaneda, también empezó la Liga española, y
seguramente alguna otra liga que simplemente no nos interesa. Agradezco al "Anónimo number two” (nombre estilo Mambo number
five) por su comentario, gran admirador del binomio interista
Ibrahimovic-Adriano, por dicha participación se ganó un viaje a las Bahamas
todo pago en compañía del futboloide, cavernícola y además futbolista Iván Campo (te la regalo convivir en la misma habitación con el exmadridista), a
quien comente próximamente, le obsequiaremos una cena con el mítico
Makanaky(?).
Nuestro
protagonista de hoy pertenece a ese mundo de nombres que parece que ya pasaron pero todavía pernmanecen, es dueño de un apellido que por más que no lo
conozcamos, nos resulta familiar por algún motivo que otro, un clásico en algún
videojuego de los primitivos, con la camiseta 14 de Nigeria, dueño de una velocidad
tremenda, de los últimos punteros de una única posición, al estilo Marc
Overmars (aquel holandés del Ajax y Barcelona). Dicho apellido suena cada vez
mejor con el paso de los años, leyenda del Play Station (el precursor de
Babangida en la categoría correcaminos nigerianos) y mito del futbol africano,
hoy les presento a Amokachi, Daniel Amokachi, Dani Amokachi, el toro nigeriano,
bueno, como ustedes quieran.